El apego evitativo inseguro: "poner la venda antes de la herida"

Para entender qué es el apego evitativo es necesario saber identificar los pensamientos y comportamientos más característicos de las personas que lo tienen y que podemos recoger en los siguientes testimonios:
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"Estoy algo incómodo en las relaciones íntimas con los demás. De hecho, estoy nervioso cuando alguien intima demasiado conmigo y tiendo a poner distancia y alejarme".
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"Se podría decir que no necesito a los demás. Tampoco me permito depender de ellos".
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"He tenido varias parejas que querían que yo intimara más, pero me es difícil confiar plenamente".
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"Me han dicho que resulto inaccesible, que soy como 'el hombre de la armadura oxidada'".
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"Yo prefiero no depender de nadie y que nadie dependa de mí".
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"La gente es demasiado sensible y le encanta hablar de sus intimidades. No le veo el sentido a estar recreándose en las emociones, no hace falta llorar o decir ñoñerías, eso es de débiles".
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"Las emociones son una carga más que una necesidad, hay que tenerlas controladas".
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"Pocas cosas me preocupan y si lo hacen tengo facilidad para no pensar en ellas: todo está bien a mi alrededor, no tengo problemas".
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"Yo estaba tranquilo, pero viene éste con el cuento y, claro, me estreso y me enfado. Si no fuera por su culpa yo estaría tan tranquilo"
"Las personas con apego evitativo tienden a mostrar distancia emocional, evitando mantener vínculos estrechos, pues esto les hace sentirse dependientes y, por ende, vulnerables a un afecto que —según su experiencia— no ha sido igualmente correspondido".
¿Cómo se siente una persona con apego evitativo inseguro?: Cómo saber si se tiene apego evitativo.
Lo que más caracteriza a una persona con un apego evitativo inseguro es el miedo a sentirse vulnerable y a ser rechazada en consecuencia. Esto se debe a que le abruman las emociones, lo que le hace sentirse débil y rechazar esa parte de sí misma (motivo por el que cree que los demás harán lo mismo).
Este miedo a verse vulnerable provoca que evite abrirse emocionalmente, dejando de mostrar y expresar sus emociones. Esto, a su vez, hace que la persona deje de sentir sus propias emociones, desconectando emocionalmente, llegando incluso a tener el cuerpo insensibilizado. Se puede decir que hay una falta de conciencia de las propias emociones y necesidades debido al bloqueo emocional, fruto del exceso de autocontrol que, con el tiempo, llega a convertirse en represión emocional. Esto demuestra una estructura cerebral rígida y organizada desarrollada para esconder el afecto.
En este sentido, tienden a transmitir una imagen de plena autonomía e independencia, no necesitando a los demás en apariencia. Esto surge como mecanismo de compensación, pues necesitan verse y mostrarse fuertes para que los demás no les perciban vulnerables. Esto explica por qué se muestran especialmente pragmáticos y poco emocionales ante las más duras adversidades.
Sin embargo, y a pesar de las apariencias, la persona con apego evitativo tiene una baja tolerancia al afecto (tanto al positivo como al negativo) porque esta intimidad le genera una gran tensión interna (razón por la que se retrae especialmente ante los conflictos y dificultades), pues se siente expuesta a su miedo a depender de los demás y que no respondan adecuadamente a ello (tal y como le ocurrió en el pasado, cuando se originó el apego evitativo).
En este sentido, aunque evite la intimidad y busque ser independiente —y alimente su autonomía para ello, refugiándose en la seguridad de lo académico y laboral—, suele terminar dependiendo de otras cosas o sustancias para poder aliviar y calmar sus vacíos emocionales.
"Una persona con apego evitativo desconecta emocionalmente para evitar ser rechazada y, en consecuencia, sufrir un gran dolor emocional".
¿Cómo se comporta una persona con apego evitativo inseguro en sus relaciones?
A continuación, se describen los comportamientos característicos de las personas con apego evitativo inseguro:
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Aspereza en el trato: En ocasiones, pueden dar la impresión de ser personas duras e insensibles, pero la realidad es que se trata de personas muy reactivas emocionalmente, que han llegado a desconectar de sus emociones para autoprotegerse.
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Escasez o ausencia de muestras afectivas: Les cuesta expresar sus emociones y tampoco las saben leer en los demás. Evitan todo aquello que conlleve una implicación emocional y perciben las muestras afectivas como empalagosas.
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Supuesta autonomía emocional: Aunque son capaces de estar solas, se trata de una autonomía de carácter defensivo e impostado, sustentado por el miedo al rechazo (y, por consiguiente, al abandono).
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Tienen conversaciones y relaciones superficiales: La comunicación de asuntos personales, la expresión de las emociones, la intimidad emocional y corporal les suele generar incomodidad y malestar. Por ello, suelen describir los hechos de forma superficial, sin entrar en lo emocional. No expresan afecto positivo o negativo, tampoco sus necesidades.
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Gestiona de forma deficiente los conflictos: Dado que reprime y no expresa sus emociones, su forma de mostrar enfado es apartando a la gente. En este sentido, aunque suele evitar quejarse, tiende a enfurruñarse o a insinuar de forma indirecta aquello que le ha molestado.
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Se retraen ante las dificultades: Las personas con apego evitativo prefieren afrontar las situaciones difíciles por sí mismas, sin contar con los demás, ya que eso les hace sentirse débiles.
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Egocentrismo inconsciente: Suelen ignorar las emociones e intereses de las otras personas debido al malestar que le generan. En este sentido, se puede decir que tienden a poner en foco en sí mismas y su propia tranquilidad afectiva.
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Relaciones poco íntimas: Aunque todo depende del grado de evitación, en general son personas que suelen preferir relaciones más formales y distantes, incluso a nivel de pareja.
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Marcan distancia emocional, alejándose cuando aumenta el grado de intimidad: De hecho, normalmente toman distancia cuando sienten que se están implicando a nivel afectivo o que alguien está accediendo (o intentando acceder) a su mundo emocional.
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Dificultad para establecer relaciones de pareja: Dado que perciben tener pareja como una amenaza a su propia intimidad y la asocian a la dependencia, evitan sentirse vulnerables a través de la comunicación emocional. Esto hace que les cueste mucho tomar la decisión de estar en pareja y que, cuando lo hagan, no se abran ni se entreguen emocionalmente.
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Aparente facilidad para la ruptura: El miedo a vincularse hace que estas personas busquen pegas a las relaciones, con el objetivo inconsciente de poner una barrera emocional. Esto puede hacer que tomen la decisión de romper con aparente facilidad.
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Viven las relaciones estrechas desde la responsabilidad: El sentido del deber y la ilusión o el interés por mostrarse eficaz es lo que sustenta sus vínculos, normalmente familiares. En este sentido, su forma de cuidar no es tanto a nivel afectivo o emocional, sino más bien pragmática.
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Tienen ideas pesimistas sobre las relaciones, especialmente sobre el amor: Tienden a desconfiar de los demás, mostrándose pesimistas en sus relaciones y percibiéndoles como débiles por dejarse guiar por sus emociones (y no sólo por su parte racional). Esto se agudiza especialmente en sus relaciones románticas, las cuales tiende a pensar que no existen como tal ("son cosas más propias de las novelas románticas").
"Si se ve reflejado en varias de las características anteriormente descritas, lo más recomendable es pedir la opinión de un psicólogo, a fin de evitar posibles malinterpretaciones de las características anteriormente señaladas".
¿Qué consecuencias tiene el apego inseguro evitativo?
Las consecuencias del apego inseguro evitativo son múltiples y comprenden distintos ámbitos:
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Sentirse bloqueado emocionalmente, resignándose a pesar de sentirse agobiado y sin espacio a nivel emocional.
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Sentirse solo e incomprendido, ya que, al rechazar su propia vulnerabilidad, se aleja de las personas a fin de no ser "descubierto" y, por ende, rechazados.
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No establecer vínculos fuertes y, si lo hace, suele basarse en el sentido del deber (sentido más utilitario y no emocional del vínculo), lo que genera insatisfacción.
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Evitar comprometerse o entregarse en una relación de pareja, sintiendo el vacío de no tener verdadero vínculo profundo y estable.
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Desarrollar problemas sexuales. La disfunción eréctil y la dificultad para alcanzar el orgasmo son habituales en este tipo de casos, dándose con más frecuencia la segunda. Esto se debe a que perciben la intimidad como amenazante y, debido al exceso de control, no se dejan llevar ni disfrutar de la sexualidad.
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Tener una falsa autoestima alta. Debido a su gran autosuficiencia, la persona con apego evitativo tiende a idealizarse a sí misma, percibiendo negativamente a los demás. Sin embargo, esta elevada autoestima es ficticia, ya que se trata de personas que se sienten vulnerables y no saben gestionar adecuadamente sus emociones.
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Padecer problemas psicológicos en consecuencia. Las fobias, las depresiones y las adicciones son problemas psicológicos frecuentes asociados al apego evitativo.
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Síntomas psicosomáticos como dolores cervicales o estomacales, migrañas, etc..
¿Cómo reparamos en El Prado Psicólogos el apego evitativo inseguro?
El trabajo psicológico para la reparación del apego parte de la premisa de que es, precisamente, el propio vínculo lo que sana.
En este sentido, la primera dificultad a la que se enfrentará el paciente es que su propio sistema nervioso se siente agotado cuando hay un "exceso" de reacción emocional en el otro, motivo por el que —inconscientemente— ha aprendido a dejar de sentir, a fin de dejar de percibirse tan vulnerable. Se puede decir que el miedo a la dependencia vuelve dependiente al paciente con apego evitativo, pues necesita no depender —o, en este caso, vincularse— para mantener el control emocional.
Por ello, el primer punto a abordar consistirá en ayudar al paciente a reconectar con su propio cuerpo, aprendiendo a identificar y reconocer sus emociones y su estado emocional interno. Diferenciar entre las emociones adaptativas y desadaptativas, así como aprender el valor (funcionalidad) de las emociones y cómo gestionarlas adecuadamente es vital para estas personas:
"las emociones son la propia brújula vital, ya que ayudan a identificar las propias necesidades, desde las más básicas hasta las más profundas".
Relacionado con lo anterior, es imprescindible que la persona aprenda, no sólo a identificar, sino a expresar sus emociones sin sentir miedo o percibirse vulnerable. Para ello, es posible que la persona necesite procesar situaciones en las que se haya sentido vulnerable por sus emociones y reparar sus heridas emocionales, a través de herramientas concretas como el trabajo con el niño interior, EMDR, hipnosis, etc..
Saber identificar a las personas adecuadas y cómo expresar las emociones cotidianas (de forma asertiva) es parte de este aprendizaje progresivo, el cual tendrá un impacto positivo en sus relaciones interpersonales y, por consiguiente, en su bienestar emocional al sentirse comprendido y conectado a los demás. Asimismo, la expresión emocional redundará en la identificación emocional y, por ende, en la gestión de la misma, pues supone darle un mayor espacio a las emociones.
Asimismo, será importante trabajar la autoestima del paciente con apego evitativo, ya que tiende a tener una falsa autoestima alta debido a su gran autosuficiencia, que le ha llevado, erróneamente, a idealizarse a pesar de sentirse especialmente frágil en el mundo emocional.
El objetivo de la terapia consistirá en que la persona conecte con su propio mundo emocional sin sentirse abrumado y se implique en sus relaciones, dejando de mostrarse excesivamente distante con el objetivo de mantener una ficticia calma emocional y con el daño que esto supone para el otro.
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