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Terapia de pareja en Madrid

Quizá te estás planteando acudir a una terapia de pareja. Cuando pasa el tiempo, algunas relaciones de pareja comienzan a deteriorarse. Las discusiones se hacen cada vez más frecuentes, provocando un gran malestar y haciendo que la convivencia sea cada vez más complicada. Otras veces se produce un distanciamiento afectivo, casi siempre provocado por la rutina cotidiana, una actitud que termina apagando el fuego de la pasión.

En cualquier caso, cuando aún existe amor y ganas de luchar por la relación, es una pena echarlo todo por la borda. La terapia de pareja es una alternativa para solucionar estos problemas, darse una segunda oportunidad y salir fortalecidos de esa prueba de fuego.

Los terapeutas de pareja realizan terapia de pareja en Madrid y online.

¿Qué es la terapia de pareja?

La terapia de pareja está dirigida a solucionar los conflictos, superar las crisis, resolver los problemas de comunicación entre ambas partes y reforzar los aspectos positivos de la relación. No obstante, para llegar a este punto, es necesario desvelar el origen de los conflictos y descubrir la dinámica que está en su base y los alimenta, impidiéndole a la pareja alcanzar un equilibrio satisfactorio.

Para descubrir el problema subyacente, el terapeuta de pareja necesitará profundizar en la historia de la pareja, saber cómo se conocieron, en qué punto de sus vidas estaban y a qué cosas renunciaron por estar juntos. También se suelen analizar las experiencias familiares de ambas personas, sobre todo el tipo de relación que mantenían sus respectivos padres, ya que a menudo los patrones disruptivos provienen de sus hogares de origen y son comportamientos que cada uno repite sin ser conscientes de ello.

Una vez identificado el problema, se suele ser trabajar en la comunicación potenciando habilidades como la escucha activa, la empatía y la expresión asertiva de las emociones. De esta forma, las personas pasan del “modo monólogo” al “modo diálogo”. El objetivo final es que ambos aprendan a expresar sus sentimientos, ideas y necesidades sin herir al otro, en el respeto a la individualidad.

No obstante, la terapia de pareja también se centra en potenciar la responsabilidad, en lograr que ambos acepten que el problema es cosa de dos y que es necesario trabajar juntos para poder superarlo. A la vez, el terapeuta de pareja trabaja para que no se instaure una dependencia emocional y se desarrollen las bases para que ambos vuelvan a ilusionarse con la relación, reactivando los pequeños detalles y las atenciones hacia el otro.

Es importante aclarar que la terapia de pareja no se centra solo en hablar, en muchas de las sesiones se ponen en práctica diferentes técnicas psicológicas, como el modelado o el psicodrama, para lograr que las personas se apropien de modos de relacionarse más asertivos y empáticos. Además, también es usual que el terapeuta de pareja oriente una serie de tareas que la pareja debe realizar en casa, normalmente con el objetivo de reencontrar la pasión, fomentar la confianza y/o propiciar el acercamiento afectivo.

Cuando es necesario, también se trabaja a nivel individual ciertos aspectos personales de cada miembro de la pareja que pueden estar interfiriendo en el buen funcionamiento de la misma.

Las principales causas de los problemas en una pareja

La mayoría de las parejas se forman en base al enamoramiento. Esta primera fase está caracterizada por sentimientos muy intensos matizados por la pasión, el afecto y la ternura. Sin embargo, poco a poco el enamoramiento va cediendo y la pareja debe encontrar nuevos intereses y razones que la mantengan unida.

En este punto es imprescindible que ambos miembros sean capaces de desarrollar la intimidad. Es decir, abrirse plenamente al otro, mostrarse tal cual son y ponerse en manos de la pareja, con todos los riesgos que ello puede conllevar desde el punto de vista emocional. En ese momento, cuando la persona acepta plenamente al otro, con sus virtudes y defectos, se crea un vínculo muy estrecho que va más allá de la pasión, la relación madura y se consolida.

A medida que la pareja continúa dando pasos, se afianza el nivel de compromiso, se ratifica la decisión de mantener la relación y de luchar con todas sus fuerzas para resolver los problemas que puedan surgir. Sin embargo, no siempre sucede así.

La convivencia, el paso del tiempo y la rutina son retos difíciles para cualquier pareja y pueden dar lugar a conflictos que terminen dando al traste con el amor y haciendo que sus miembros pierdan la ilusión. De hecho, la frase “ya nada es igual”, es una de las más escuchadas en las consultas de Psicología.

Los conflictos más comunes en la pareja

Existen diferentes factores, tanto de índole personal como social, que pueden influenciar la vida en pareja dando lugar a conflictos que rompen la armonía. Entre los principales motivos de consulta se hallan:

  • Desequilibrio de poder, debido a que una de las personas asume el control y toma decisiones de manera unilateral sobre asuntos importantes de la vida en pareja, como puede ser la educación de los hijos o el manejo de la economía doméstica.
  • Escasa intimidad, casi siempre provocada por la escasa expresión de afecto y detalles hacia la otra persona o por la existencia de límites y barreras emocionales que generan una profunda insatisfacción en uno de sus miembros.
  • Falta de compromiso, se trata a un desbalance en la inversión que cada persona hace en la relación de pareja, en el grado en el cual se involucra en la misma para lograr que el otro sea feliz.
  • Apego inseguro, este problema generalmente se instaura en la infancia y se caracteriza por conductas automáticas que matizan la relación y que se proyectan sobre la pareja, casi siempre bajo la forma de celos o de una dependencia emocional, que termina por ahogar al otro.
  • Insatisfacción sexual, casi siempre provocada por la falta de deseo sexual o por disfunciones sexuales propiamente dichas que aparecen como resultado de la rutina o la ausencia de pasión.
  • Infidelidad, que suele estar acompañada o antecedida por un malestar o insatisfacción con el matiz que ha adquirido la relación.
  • Falta de cooperación, se produce cuando uno de los miembros no contribuye suficientemente a la relación, casi siempre en lo que respecta a las tareas domésticas, sobrecargando al otro de responsabilidades que generan reproches y frustración.
  • Agresividad y violencia, situaciones que normalmente se producen a partir de discusiones que no llegan a buen puerto y en las cuales se le da rienda suelta a la ira.
  • Injerencia de la familia de origen, problemas que generalmente están provocados por familias demasiado invasivas que interfieren en las decisiones y la vida cotidiana de la pareja, generando conflictos y un distanciamiento entre sus miembros.
  • Escasa confianza, una situación en la cual una de las personas no confía plenamente en el otro y, como resultado, asume comportamientos posesivos que provocan angustia, inseguridad y opresión.
  • Diferencias culturales, que en un primer momento de la relación no salieron a flote pero que, con el paso del tiempo y el roce cotidiano, comienzan a hacerse notar.

¿Qué se encuentra en la base de estos conflictos?

Más allá del motivo de consulta, en la base de los conflictos de pareja casi siempre hay dos problemas fundamentales: las dificultades en la comunicación y la escasa aceptación del otro.

  • Problemas de comunicación. A lo largo del tiempo, cada pareja va construyendo un “método” que le permite comunicarse y tomar decisiones, pero no siempre se trata de la mejor estrategia, por lo que termina convirtiéndose en una fuente constante de conflicto. De hecho, a menudo las parejas se enzarzan en discusiones destructivas que no llevan a ninguna parte y solo sirven para deteriorar la relación. En otros casos, el problema radica en la falta de comunicación o una forma de comunicarse inadecuada, de manera que poco a poco las personas se van convirtiendo en dos extraños, sin puntos en común con el otro. Sin embargo, la comunicación es un pilar imprescindible para mantener una relación de pareja satisfactoria, es necesario que ambos miembros puedan expresar sus ideas en un ambiente de respeto y comprensión.
  • Falta de aceptación de las características del otro. Una pareja no se sustenta únicamente en el cariño, la pasión o la responsabilidad, cada miembro debe sentirse comprendido, aceptado y apoyado al interno de la relación. Se trata de necesidades básicas que, cuando no son satisfechas, generan una gran frustración, por lo que no es extraño que detrás de muchos de los problemas de pareja se esconda el hecho de que uno de los miembros no acepta ni apoya al otro, sino que le reprocha continuamente sus errores y aniquila sus sueños. A la larga, esta actitud provoca un distanciamiento emocional que poco a poco va matando la ilusión y la confianza.

Los desencadenantes de los conflictos de pareja

En circunstancias normales, lo usual es que la pareja logre acoplarse y llevar una vida relativamente tranquila. Sin embargo, cuando ocurren cambios importantes, la falta de aceptación del otro o la incapacidad para comunicarse de manera asertiva salen a relucir y provocan conflictos o los acentúan.

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Hay situaciones particularmente estresantes que actúan como desencadenantes de los problemas de pareja, como pueden ser las enfermedades, los problemas económicos o la llegada de un bebé. En otros casos, los problemas surgen con la jubilación o cuando los hijos se van de casa, ya que la pareja tiene más tiempo para pasar juntos y comienzan a surgir las desavenencias.

¿Cuándo acudir a un terapeuta de pareja?

Cualquier pareja puede pasar por un momento de crisis. La mayoría de las veces ocurre sin que ninguna de las partes quiera, y sin que sepamos cómo evitarlo. En estos casos, no hay que precipitarse y tomar decisiones impulsivas, sino analizar qué está pasando. Quizá sea el momento de pedir la ayuda de un profesional objetivo que te pueda brindar las claves para recuperar el rumbo de la relación.

Es recomendable acudir a un terapeuta de pareja cuando existe un malestar o insatisfacción con la relación y ambas personas quieran resolver el problema. En sentido general, se debe recurrir a la terapia de pareja cuando existen:

  • Problemas de comunicación: Si la comunicación entre tú y tu pareja es deficiente, con constantes malentendidos, dificultades para expresar emociones o dificultad para escucharse mutuamente, la terapia de pareja puede ayudar a mejorar la comunicación y fortalecer la conexión emocional.

  • Celos o desconfianza: Si sientes celos excesivos o hay una falta de confianza en la relación, la terapia de pareja puede ayudar a abordar los problemas de seguridad emocional y construir una base de confianza sólida.

  • Problemas de convivencia: Si la convivencia se ha vuelto tensa, con constantes desacuerdos sobre tareas domésticas, roles o expectativas, la terapia de pareja puede ayudar a establecer límites claros, negociar compromisos y mejorar la armonía en el hogar.

  • Dependencia emocional: Si te sientes excesivamente dependiente de tu pareja, con dificultad para tomar decisiones por ti mismo o por tí misma, o experimentas ansiedad cuando estás separado/a, la terapia de pareja puede ayudar a promover la autonomía personal y construir relaciones más equilibradas.

  • Dificultad para encontrar pareja o mantenerla: Si has experimentado dificultades para establecer relaciones duraderas o tienes patrones recurrentes en tus relaciones que no te satisfacen, la terapia de pareja puede ayudar a explorar tus patrones y brindarte herramientas para construir relaciones saludables.

  • Infidelidad: Si ha ocurrido una infidelidad en la relación, la terapia de pareja puede ser crucial para abordar las causas subyacentes, reconstruir la confianza y decidir el futuro de la relación de manera informada.

     

  • Pérdida de la conexión emocional. Si sientes que la conexión emocional e íntima con tu pareja se ha debilitado, la terapia de pareja puede ayudaros a comprender las barreras emocionales y fortalecer vuestro vínculo.

  • Transiciones vitales importantes. Si estás pasando por una transición,  como la llegada de un hijo o cambios laborales, en estos casos, la terapia de pareja proporciona apoyo para gestionar los desafíos y encontrar un equilibrio saludable.
  • Miedo al compromiso: Si tienes miedo o resistencia al compromiso en tus relaciones, la terapia de pareja puede ayudar a explorar los miedos y bloqueos emocionales que te impiden establecer vínculos más profundos y duraderos.

  • Ruptura sentimental, separación o divorcio: Incluso en casos de separación o divorcio, la terapia de pareja puede ser útil para facilitar la comunicación y la resolución de conflictos durante la transición, especialmente si hay hijos involucrados.

  • Problemas sexuales, como la falta de deseo, la eyaculación precoz o la anorgasmia, pueden afectar la relación de pareja. La terapia sexual es una opción efectiva para trabajar en conjunto y superar estos desafíos. Mediante la terapia, podréis recuperar la pasión, mejorar la conexión física y disfrutar plenamente de vuestras relaciones íntimas.

Aunque el principal objetivo de la terapia de pareja consiste en salvar la relación y lograr que esta sea satisfactoria para ambos miembros, este proceso también es beneficioso para las personas que ya han decidido separarse pero quieren hacerlo de la mejor manera posible, sin hacerle daño al otro y atenuando los conflictos.

¿Por qué es tan importante la figura del psicólogo de pareja?

Cuando una pareja no logra solucionar sus problemas, sino que estos se agudizan cada vez más, significa que ha caído en un círculo autodestructivo. Lo usual es que, al intentar solucionar el conflicto, hayan puesto en práctica determinados comportamientos y actitudes que han despertado respuestas negativas en el otro, de forma que ambos terminan adoptando una actitud defensiva y el diálogo constructivo se convierte en una misión imposible.

En este punto es muy fácil caer en la descalificación y la agresión, generando así un ambiente marcado por el rencor y la desilusión donde las respuestas negativas se suceden unas tras otras. Tarde o temprano, la indiferencia hace acto de presencia, por lo que las manifestaciones de afecto se restringen cada vez más, la pareja se dedica menos tiempo y, como resultado, crece la insatisfacción.

conflictos y pareja

Darse cuenta de la existencia de ese círculo vicioso y de los comportamientos que están en su base no siempre es fácil, sobre todo porque ambos suelen estar muy involucrados emocionalmente o porque ni siquiera son conscientes de que esas conductas pueden ser la causa del problema.

Obviamente, romper el ciclo de negatividad es aún más complicado, pues implica que ambos miembros de la pareja deben dejar atrás hábitos que han estado arrastrando a lo largo de los años y, en su lugar, deben desarrollar formas más adecuadas de relacionarse.

Por eso, en ocasiones es necesario recurrir a un psicólogo de pareja, quien se encargará de abrir los canales de comunicación que se han cerrado y proponer vías diferentes para relacionarse. El psicólogo de parejas le hará notar a ambos miembros de la pareja todos aquellos comportamientos, actitudes, expectativas y creencias negativas o distorsionadas que están intensificando el problema o son una barrera para resolverlo.

No obstante, el terapeuta no solo tiene la misión de analizar la situación desde una perspectiva más objetiva, sino que posee los conocimientos y herramientas necesarias para guiar a la pareja hacia pautas de comportamiento más positivas y satisfactorias para ambos.

¿Qué sucede si uno de los miembros de la pareja no quiere asistir a la terapia?

Aunque los problemas de pareja son experimentados por los dos miembros, casi siempre es uno de ellos quien da la voz de alarma y decide buscar ayuda especializada. En muchas ocasiones, las mujeres son las que dan el primer paso (aunque no siempre es así), fundamentalmente porque suelen tener una mayor facilidad para expresar sus sentimientos y les resulta más fácil pedir ayuda. Sin embargo, una vez que se rompen las barreras iniciales, lo usual es que el hombre también se involucre activamente en la terapia.

No obstante, hay casos en los que la persona piensa que el problema en la relación no es suyo y que es el otro quien debe cambiar, por lo que se niega a acudir a terapia. Se debe aclarar que lo más común en el momento de comenzar la terapia es hablar con ambos miembros de la pareja, en una entrevista conjunta, en la cual ambos plantean sus problemas y puntos de vista. Así se logra implicar a ambas personas en el proceso de cambio desde el inicio.

Sin embargo, si uno de los dos no desea acudir, no se le debe obligar. La terapia también puede ser útil con un solo miembro, el cual puede poner en práctica todo lo que va aprendiendo en las sesiones. De hecho, la terapia no siempre implica sesiones conjuntas, hay ocasiones en que es necesario recurrir a las sesiones individuales con cada miembro.

Además, a veces cuando el miembro renuente a someterse a terapia percibe los cambios en el comportamiento de su pareja y la mejoría que esto conlleva para la relación, puede animarse y acudir a la consulta.

¿Cómo de eficaz es la terapia de pareja? ¿La terapia de pareja funciona?

Tres de cada cuatro parejas logran mejorar la relación y el 90% de las personas también refieren una mejoría en su estado de ánimo después de haberse sometido a una terapia de pareja.

La gran mayoría de las parejas que acude a terapia de pareja reportan una mejora en su relación. El porcentaje de éxito de la terapia de pareja suele rondar el 70%, pero es mucho más alto si la pareja pide ayuda cuando aparecen los primeros problemas, en el periodo comprendido entre los dos años posteriores.

Desgraciadamente, la mayoría de las parejas hace oídos sordos a los conflictos y estos van generando una gran carga de desilusión. De hecho, muchas parejas llegan a terapia después de cinco o seis años de haber empezado los problemas, cuando la relación ya se ha deteriorado mucho y ambos se han hecho demasiado daño o se han distanciado.

No obstante, a pesar de la frustración, el enfado y las decepciones, cuando ambas personas aún se quieren y están dispuestas a involucrarse en el proceso de cambio, las probabilidades de éxito de la terapia son elevadas.

El número de sesiones que conlleva una terapia de pareja depende del problema a tratar, de la cantidad de años que lleve instaurado el conflicto y, por supuesto, de la adherencia terapéutica de ambos miembros y su predisposición al cambio. Lo habitual es que se realice una sesión a la semana y, a medida que avanza el proceso, estas se vayan distanciando para darle tiempo a la pareja de aplicar las nuevas pautas de comportamiento y apreciar los resultados. Como norma, lo usual es que todo este proceso dure entre seis y nueve meses.

Terapia de Pareja en Madrid y online

En El Prado Psicólogos estamos convencidos de que una pareja feliz no es aquella que no tiene conflictos, sino la que sabe enfrentarlos y salir fortalecida de ellos. En nuestro centro disponemos de un área especializada en el tratamiento de los problemas de pareja con psicólogos expertos en pareja y también atendemos cualquier tipo de problema personal que los miembros de la pareja quieran solucionar de forma individual.

sesiones de terapia de pareja

De hecho, en las sesiones de terapia de pareja analizamos la perspectiva de cada miembro de la pareja, así como sus características de personalidad y las expectativas que cada uno tiene sobre la relación. De esta forma podemos identificar los problemas y los puntos positivos sobre los cuales se puede trabajar.

No tenemos una fórmula mágica para que la relación vuelva a funcionar, pero creemos que si en el pasado ambos fueron capaces de enamorarse y vivir juntos, pueden volver a lograrlo si cuentan con las herramientas adecuadas para fortalecer su relación y reencontrar el camino de la felicidad.

En El Prado Psicólogos os acompañamos y guiamos para que, juntos, podáis resolver vuestros problemas de pareja. Os damos un espacio en el que podéis comunicaros, descubrir el origen del conflicto, analizarlo y buscar vías de solución, porque creemos que los conflictos resueltos adecuadamente incluso pueden enriquecer a la pareja y acercar aún más a sus miembros creando una relación más sólida.

¿En qué te puede ayudar nuestra terapia de pareja?

Realizar una terapia de pareja puede ayudarte a:

  • Identificar los problemas reales de la relación y sus causas
  • Disminuir la tensión entre los miembros de la pareja
  • Aprender técnicas de resolución de conflictos que sean más eficaces y que se pueden poner en práctica en diferentes contextos, no solo en la relación de pareja
  • Mejorar la comunicación, potenciando una expresión más asertiva de las necesidades, deseos y emociones de cada uno de los miembros
  • Potenciar la empatía, aprendiendo a ponerse en el lugar del otro para comprender sus puntos de vista y sentimientos
  • Fomentar el equilibrio y la satisfacción en la relación de pareja a través del crecimiento personal de las dos personas.
  • Adoptar una actitud más tolerante, en aras de que la otra persona se sienta más aceptada y apoyada
  • Aprender a conocer a la otra persona, teniendo siempre en cuenta sus sentimientos y necesidades
  • Recuperar la conexión emocional. Recobrar las muestras de cariño y los pequeños detalles que hicieron que ambas personas se enamoraran.

Terapia de pareja: Precios 

Los precios de la terapia de pareja son los siguientes:

Consultas: 95 euros.

Bono descuento de 5 sesiones: 425 euros. (Precio por sesión 85 euros).

Manuel E. Gomez MANUEL Psicólogo, hipnoterapeuta y terapeuta EMDR.
María Jiménez MARÍA Psicóloga, sexóloga, terapeuta EMDR e hipnoterapeuta.
Pilar García PILAR Psicóloga, psicoterapeuta, hipnoterapeuta y terapeuta EMDR
Syra Balanzat SYRA Psicóloga y terapeuta EMDR
Ainara Frade AINARA Psicóloga Especialista en Psicología Clínica
Laura LAURA Q. Psicóloga sanitaria
psicologo-maria-m MARÍA M. Psicóloga sanitaria, sexóloga y neuropsicóloga
Psicologa Noelia NOELIA Psicóloga, terapeuta EMDR
Psicologa Elena ELENA Psicóloga, terapeuta EMDR

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