


Estrés y cáncer
“Mens sana in corpore sano”, así rezaba un antiguo proverbio que la medicina olvidó durante años. Sin embargo, ahora el papel de las emociones en el ámbito de la salud y la enfermedad ha vuelto a cobrar protagonismo de la mano de diferentes estudios que nos demuestran, por un lado, la relación que hay entre estrés, depresión y cáncer y por otro, cuán importante es el apoyo psicológico para recuperarse de esta enfermedad.
Cómo controlar la ansiedad ante un Ataque de Pánico
Un ataque de pánico es algo que no se puede olvidar, y que suele marcar un antes y un después en la vida de la persona que lo sufre por primera vez. En este artículo quiero enseñarte cómo controlar la ansiedad cuando empiezas a sentir los primeros síntomas de un ataque de ansiedad.
Aprende a ser Asertivo y comunícate con eficacia
¿Qué significa ser asertivo? Para explicarlo veamos un ejemplo: Imagina por un segundo que estás en un restaurante y te sirven un plato que no te agrada. Nos ha pasado a todos, pides la carne poco hecha pero la que llega a tu mesa está casi quemada. ¿Qué haces? En este punto tienes tres opciones: 1. te mantienes callado y la comes aunque te sientas disgustado 2. provocas un gran revuelo y afirmas que jamás volverás a poner pie en ese restaurante o 3. llamas discretamente al camarero y le pides que te cambie el plato. En realidad, el comportamiento que adoptes en esta situación no es banal puesto que te puede dar muchas pistas sobre el estilo comunicativo que usas en tu día a día para relacionarte con las personas. Puedes usar un estilo pasivo (cuando te mantienes callado y reprimes tus emociones e ideas), puedes apostar por el estilo agresivo (cuando intentas que tus opiniones y deseos prevalezcan sobre los demás a cualquier costo) o puedes adoptar un estilo asertivo (cuando haces valer tus derechos en el respeto a los demás).
El sentimiento de soledad
Todos hemos experimentado en algún momento el sentimiento de soledad. El ser humano es social por naturaleza, lo cual significa que necesita el contacto y la relación con otras personas. Por muy autónomos e independientes que seamos, las relaciones interpersonales nos aportan seguridad y bienestar, dos aspectos que son esenciales para mantener nuestro equilibrio psicológico. Cuando por una razón u otra comenzamos a aislarnos, la soledad puede terminar pasándonos factura.
Saber perdonar: un proceso liberador
Saber perdonar no es fácil.¿Cómo perdonar si nos han hecho tanto daño? ¿Se puede aprender a perdonar? Martin Luther King afirmó que “el que es incapaz de perdonar, es incapaz de amar”. De hecho, el perdón es uno de los actos más admirables del ser humano porque implica que, a pesar de los daños que podamos haber sufrido, hemos sabido dejar atrás el pasado y podemos mirar al futuro asumiendo una nueva perspectiva. Perdonar no solo implica una liberación para quien cometió el error, sino que también libera a la persona que perdona. Perdonar no es algo que hacemos por el otro en la mayoría de las ocasiones, sino algo que hacemos por nosotros mismos. Muchas personas se resisten a perdonar pues creen que eso significa volver a exponerse al daño o que el otro debe pagar por lo que ha hecho y no se merece que lo perdonen, pero perdonar es en realidad un acto egoísta, un favor que nos hacemos a nosotros mismos, y la capacidad de perdonar es un signo de inteligencia emocional. Decía Buda que "empeñarse en la ira es como aferrarse a un carbón ardiente para arrojárselo a otro: quien se quema eres tú" Perdonar no implica aceptar lo que nos hizo la otra persona o que esa persona no tenga que asumir las consecuencias de sus actos, significa liberarnos de las emociones que nos bloquean y nos impiden avanzar. Cuando le preguntaron a Nelson Mandela cómo pudo perdonar respondió: “cuando atravesé la puerta me di cuenta de que si continuaba odiando seguiría en la cárcel”.
Qué es la psicología positiva: la práctica de la felicidad
La psicología positiva está de moda. Aunque encontrar la felicidad ha sido uno de los propósitos cardinales de las personas a lo largo del tiempo, en los últimos años se ha desarrollado una rama de la Psicología dedicada casi exclusivamente a estudiar la felicidad humana. Todos queremos ser felices, y para lograrlo trazamos distintas estrategias, nos planteamos diferentes metas, adquirimos bienes materiales, concentramos toda nuestra energía en un proyecto… En fin, los caminos son diferentes pero el propósito es siempre el mismo: ser feliz.. La psicología positiva trata de estudiar cuales de esos caminos son realmente efectivos, pues todos hemos descubierto alguna vez que aquello que pensábamos que nos iba a hacer felices no lo ha hecho, por lo que el estudio sistemático de qué nos hace felices y qué no, puede ayudarnos a aplicar estrategias prácticas en nuestra vida y poner el acento en lo que realmente es importante a la hora de conseguir ese ansiado objetivo: la felicidad.
Éste es el hombre más feliz del mundo
Ahora investigadores de la Universidad de Wisconsin nos presentan al que consideran “el hombre más feliz del mundo”. Se llama Matthieu Ricard, es francés, tiene 61 años y, aunque es biólogo molecular de profesión, lo dejó todo para seguir el camino del budismo.
Cómo ayudar a una persona con depresión
¿Tienes en tu círculo cercano a alguien con depresión y no sabes cómo actuar? ¿Quieres ayudar a una persona con depresión y no sabes cómo? Mi experiencia en consulta es que la persona deprimida muchas veces se siente sola e incomprendida, es cierto que el mismo estado depresivo predispone a sentirse aislado y a no ver lo positivo, y sí lo negativo, por lo que es fácil que aunque los familiares de la persona deprimida intenten ayudarla ésta no lo perciba, pero también es cierto, que a menudo se asocia la depresión con la pereza y la falta de voluntad, y los familiares o amigos de la persona deprimida ponen en práctica estrategias erróneas que solo sirven para aumentar la sensación de soledad y tristeza. Me gustaría ofrecer unas pautas a los familiares del deprimido para que puedan ser un soporte emocional, tan importante en este trastorno para la recuperación de la persona deprimida.
No sé si quiero ser madre
En el imaginario popular existe una creencia muy arraigada: todas las mujeres están preparadas para ser madres. Cuando llega el bebé, su instinto maternal aflora. Sin embargo, en realidad no es así, la maternidad no es únicamente una cuestión fisiológica, sino que también está determinada por otros factores. Las condiciones económicas precarias, el deseo de hacer carrera en el ámbito profesional o simplemente la falta de disposición para cuidar a un bebé o el miedo a renunciar a la libertad y comodidad de una vida sin cargas familiares son algunos de los aspectos que pueden mermar el deseo de una mujer de convertirse en madre. De hecho, en los últimos años ha surgido una nueva tendencia acuñada con el término “chidfree” (sin hijos por elección). Se trata de parejas que, en cierto momento de sus vidas, han decidido no tener hijos.
La toma de decisiones y nuestro cerebro emocional
Nos gusta pensar que somos personas eminentemente racionales porque esta idea nos transmite seguridad. Creemos que en el proceso de la toma de decisiones nuestra mente lógica es quien lleva el mando, pero no es así. En realidad, cuando debemos elegir entre diferentes alternativas, se pone en marcha un complejo mecanismo donde las emociones y la razón se entremezclan.